Hoy día se hace cada vez más evidente la cantidad de malabares que hacen las empresas para mantener sus niveles de competividad y subsistencia. En ocasiones, los patronos recurren a prácticas disciplinarias que arriesgan su reputación y porvenir. Hay tres prácticas informales que resultan preocupantes y que según el experto en recursos humanos Jaime M. Nuñez, PHR, SHRM-CP, pueden ser particularmente peligrosas.
Núñez señala los procesos inadecuados de contratación como el primer error práctico. Estos surgen al no completarse las documentaciones requeridas por ley, lo que puede significar el contratar a personas no capacitadas, que luego puedan requerir de acciones disciplinarias en su proceso de aprendizaje. Segundo, son un error los procesos inadecuados de acciones disciplinarias resultantes de la carencia de documentación y la noción de que las acciones disciplinarias son castigos a la falta de desempeño de un empleado.

El también Ex Presidente de SHRM indica que esta es una falta común de los administradores que desconocen que “desde el punto de vista de recursos humanos, se disciplina a un empleado como parte de un proceso de aprendizaje para mejorar la calidad del equipo de trabajo. Si se disciplina para castigar, se fomenta un ambiente noscivo en el trabajo”. El inadecuado proceso de terminación es el tercer error señalado por el experto que explica que, “al no estar bien documentado el proceso disciplinario, no hay consistencia y las decisiones no necesariamente son cónsonas a las políticas de la empresa”.
Estos tres errores suelen ser causa de demandas contra las empresas. Aún sin que se llegue al litigio, una terminación es una pérdida para ambas partes. En el caso de la empresa, es un doble fracaso que implica la pérdida de un talento y el impacto en costos del reclutamiento y adiestramiento de un nuevo recurso. Esto sin tomar en cuenta el costo por las posibles multas en las que se incurre por fallar en estos procesos disciplinarios y de despidos.
El 57% de las empresas en Puerto Rico no cuentan con un departamento o un especialista en recursos humanos. Carencia acentuada en las pequeñas y medianas empresas que parecen eludir el hecho de que, no importa cuán grande o pequeña sea una empresa, ésta debe cumplir con la ley. La Ley 80 de 1976, conocida como la ley de despidos de Puerto Rico, es la más que se violenta por falta de conocimiento. Desconocimiento que lleva también a pensar que una normativa como la Ley de Cierre se implementa para salvaguardar a los pequeños comercios, cuando es una ley protectora del empleado. Actualmente, las enmiendas a la Ley 100 del 2013, para la inclusión del discrimen por orientación sexual y por identidad de género, presentan un nuevo reto para los protocolos en las empresas. Las leyes se van enmendando para atemperarse a las necesidades del momento y resulta imperativo mantenerse al corriente de estos cambios en la jurisprudencia para no violar los derechos de los empleados por falta de conocimientos o por carencia de los debidos protocolos.
El señor Núñez entiende que el mejor curso de acción es “capacitarse, establecer procesos y documentar de manera adecuada toda transacción, acción disciplinaria y recompensa para así procurar una administración de recursos humanos lo más justa posible”.
Aquellos patronos, superiores o líderes empresariales que deseen conocer más sobre el por qué de los adecuados procesos de disciplina y despido, así como aprender de manera práctica el cómo se administran talentos para disminuir riesgos en los diversos escenarios laborales que puedan surgir, están invitados a asistir al próximo taller que impartirá Jaime Núñez los días 26 de octubre y 3 noviembre de 2016: Por favor ¡DEMÁNDAME! Cómo blindar su negocio ante Procesos Disciplinarios y Despidos. Interesados pueden comunicarse con Seminarios Imagen, Inc. vía telefónica al 787-724-2548 o por correo electrónico a info@seminariosimagen.com.