Son muchas las destrezas que componen la capacidad para determinar de manera equilibrada qué es y qué no es delegable. Delegar es otorgar a otra persona el poder para que te represente. Es además un ejercicio discrimitarorio en el que se debe identificar y comunicar efectivamente qué tareas deben realizarse y qué recursos específicos habrán de involucrarse.
Si tuviera que resumir en tres puntos primordiales, cuáles son las prácticas esenciales para la delegación efectiva, sugeriría las siguientes:
- Reconocer fortalezas de subordinados.
- Desarrollar la habilidad para comunicar, describir y aclarar efectivamente la tarea deseada (criterios de éxito, donde buscar ayuda, cada cuándo reportar, dar la autoridad, etc).
- Entender los niveles de delegación para supervisar efectivamente y su motivación.
El líder que una estas prácticas a un efectivo manejo del tiempo, estilos de comunicacivón efectiva y una actitud positiva, maximizará las capacidades productivas de su equipo de trabajo.
Es vital para todo líder dentro de una organización el que fortalezca sus destrezas de delegación y comunicación para trabajar lo importante, reaccionar a lo urgente y conseguir resultados.